Charles y Ray Eames definieron así uno de los principios para el diseño de sus muebles “conseguir más de lo mejor, para más gente y por menos”. La Plastic Side Chair DSR fue la que más se acercó a este ideal; una silla diseñada de una sola pieza con respaldo y asiento en la década de los 40. Charles y Ray Eames habían experimentado mucho con madera contrachapada y chapa de aluminio, pero estos no daban los resultados esperados y en su búsqueda de otro material se toparon con los de la reina de poliéster reforzada con fibra de vidrio, el material que dio con la solución buscada.




En la actualidad la Plastic Side Chair DSR se fabrica en una gran variedad de colores tanto para las carcasas como para las bases, además de distintas opciones de tapizado y una amplia gama de posibilidades de diseño que forman la familia de éste modelo. Esto permite a los usuarios experimentar infinidad de combinaciones y poderla utilizar en multitud de espacios: salones, comedores, restaurantes, salas de espera, dormitorio infantil… Consiguiendo así su premisa de poder habitar multitud de espacios.

Llegamos a la recta final del año, el cual ha sido bastante atípico pero repleto de emociones y que termina con los mejores deseos para el año que comienza. Por ello se descontextualiza la Plastic Chair en un almacén repleto de sillas en crudo, sillas de distintas formas y estilos, a las que sólo les falta un último acabado para llegar a su destino. De este modo se quiere simbolizar las próximas sillas que están por llegar, sillas ya concebidas y diseñadas a lo largo de los años y las que pronto se les buscará un lugar poco usual para conocer su propia historia. Al igual que la Plastic Chair, una silla icónica que aún tiene mucho que contar.

Fotografía: Nuel Puig






