El estudio de Arquitectura interior SINMAS, formado por Mateo Climent y Sigfrido Serra, presentan su mesa “Entre el cielo y la tierra”.

Con lo que han logrado la máxima puntuación en el concurso “Aires Creativos” en su primera edición, una iniciativa que tiene el objetivo poner en valor el arte de la mesa y los destinos. En esta edición el destino son las Islas Baleares.

Unas de las leyendas más famosas de la isla de Cabrera es la del cementerio de esta pequeña isla, donde fueron enterrados dos hombres muy dispares: un pescador mallorquín, Marc Moll (1897-1931) ahogado tras una tormenta y un aviador alemán de la II Guerra Mundial llamado Johannes Bochler (1903-1942), quien estrelló su avión cerca de los islotes.

La leyenda dice que cada noche el espectro del piloto alemán vagaba por los caminos de la isla aterrorizando a sus escasos habitantes, aullando e implorando ser enterrado en su patria. Varias décadas después del fin de la contienda una comisión de víctimas de guerra alemanas llegó a Cabrera, exhumó los restos y les dio sepultura en tierras germanas.

El problema estaba solucionado… ¿O tal vez no? Pues en el cementerio alemán cuentan que cada noche se aparece el fantasma de un viejo pescador que, en un idioma incomprensible, llora suplicando regresar a su tumba junto a las aguas azules del Mediterráneo.”

Dos personajes que no se conocen de nada y totalmente distintos entre sí, sin embargo algo que les unió para la eternidad, dos muertes inesperadas se encuentran en un mismo cementerio, dos almas que buscan ser enterradas en su patria para el descanso eterno.