Utilizando una paleta de colores fundamental, hemos querido escoger únicamente tres tonos: mármol blanco, vainilla y dorado. Estos colores permiten resaltar la luminosidad del espacio y, mediante el uso de distintas texturas, se consigue que estén perfectamente enlazados entre ellos, dando sensación de unidad pero con pequeños toques de contraste que se logran con el uso del dorado, que otorga sofisticación, elegancia e importancia a elementos y superficies concretas.
Queremos que el visitante se sienta acogido y que, al llegar a nuestra antesala, sienta curiosidad por recorrerlo y descubrir cada detalle. Para ello hemos creado un espacio poco recargado, más bien luminoso, contemporáneo, elegante y con algunos toques clásicos que se descubren encerrados en un ambiente fresco.
Ojalá los visitantes se lleven una primera buena impresión de SINMAS y su antesala, y el año que viene podamos mostrarles “el resto de la casa”.
Y así, con este deseo de que disfruten la experiencia, recordamos que todos serán BIENVENIDOS.